Pollo rojo, es una de las recetas más simples y ricas que pueden hacer con el pollo. Son esas de las que con muy pocos ingredientes parece que tienen más vueltas y enrosque que lo que realmente es, dándole un buen sabor.
De hecho fue la segunda receta que le cociné a mi novia, si mal no recuerdo la primera vez fueron unas pastas caseras. Con el correr del tiempo fui descubriendo su paladar tan particular, pero el “pollo rojo” es una de sus recetas favoritas.
Sin más pelorata vamos a la receta:
Cortamos las pechugas en cubitos de aproximadamente 1 centímetro y medio, lo ponemos en un bowl.
Le incorporamos todos los ingredientes, lo mezclamos bien y si podemos lo dejamos media hora en heladera (con el recipiente enfilmado) o podemos pasar directamente a la cocción.
En un wok o sartén precalentado incorporamos la preparación y dejamos un ratito antes de mezclarlo que se dore asi queda esa “costrita” tan rica en el pollo, y vamos mezclandolo cada tanto para que se cocine correctamente. Algo super importante es que el pollo quede bien pero bien cocido porque puede ser algo peligroso comer pollo crudo.
Una vez que terminaron de cocinar, ya está listo para comer.
Puede ser acompañado con arroz, fideos mostacholes o las guarniciones clásicas de papas tranquilamente.